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Por qué Spielberg debía filmar A.I.


¿Por qué Kubrick pensaba que A.I. era una proyecto más cercano a la sensibilidad de Spielberg que a la suya propia?



  • Película de tema conmovedor

Hacia 1984 Kubrick habló por primera vez a Spielberg de su idea de adaptar a la pantalla un relato corto de Brian Aldiss. La idea consistía en un mundo futuro en el que se crea un robot que es capaz de amar, que es abandonado por su madre humana cuando ésta deja de amarlo y que durante el resto del relato tratará de convertirse, como Pinocho, en humano por tal de recuperar el amor perdido de su madre. La idea de base es de por sí conmovedora. Esto es un principio para entender el interés de Kubrick por hacer que la dirigiera Spielberg.

Se dice que Kubrick tiene fama de hacer películas frías e intelectuales y que Spielberg en cambio opta por un cine altamente emotivo y poco intelectual. Estos argumentos son parcialmente correctos, y digo parcialmente porque la audiencia tiene de Kubrick la imagen de frío a causa de 2001 y de Spielberg la de sensiblero a causa de ET, El color púrpura y La lista de Schindler, pero habría que ver si el resto de películas de ambos directores se ajusta igual de bien a esta visión estereotipada que se tiene de cada uno. No obstante, e insistiendo en la parcial veracidad sobre la frialdad de Kubrick y la sensibilidad de Spielberg, la idea del primero de que A.I. la dirigiera este segundo parece oportuna.



  • Película con niño

Mucho después de que Truffaut dirigiera Los 400 golpes, Spielberg popularizó, tras ET, las películas con protagonista niño. Él mismo repetiría idea con El imperio del sol. Estas dos películas, por cierto, contienen grandes paralelismos con A.I., pero esto será motivo de otro texto. El tema es que un director que dirige hasta en dos ocasiones (me refiero a estando vivo Kubrick) a actores niño para contar historias protagonizadas por niños, en historias que sólo tienen sentido desde la mente de un niño, un director así, repito, parece adecuado para hacerse con el proyecto de filmar A.I.




  • Película de ciencia-ficción

Antes de la muerte de Kubrick, Spielberg había filmado dos películas de ciencia-ficción: Close encounters y E.T. y estaba implicado en otros proyectos de género fantástico como Poltergeist o la serie de TV Amazing Stories (de la que dirigió dos capítulos). Tiburón puede incluirse también en el género fantástico y todas las películas de la saga de Indiana Jones contienen elementos fantásticos. Kubrick, por su parte, era el autor de 2001 y de Clockwork orange. A pesar que estas dos creaciones de Kubrick sobrepasan en calidad a todo el cine fantástico de Spielberg que el propio Kubrick pudo ver, ciertamente intuyó bien que la fantasía es un terreno mucho más afín a Spielberg.



  • La calidad audio-visual de Spielberg

Sí, muy bien, cine conmovedor y fantástico, con niño, todo ello mucho más cercano a la general sensibilidad que Spielberg había mostrado hasta 1999 (cuando Kubrick murió), pero además la película tiene que estar bien filmada. Kubrick es un director unánimemente respetado, y aunque no es un director de películas difíciles de ver, ciertamente no persigue la comercialidad de, por ejemplo, Hitchcock. A muchos, 2001 les parece soporífera; Eyes wide shut, demasiado enigmática; Clockwork orange confunde a algunos al pensar que es una apología de la violencia. Ahora bien, lo que es innegable en la impresionante fuerza de la cámara de Kubrick. Kubrick es uno de los mayores maestros en convertir sus películas en grandes experiencias estéticas. Hasta 1980 (incluyendo The shinning) todas sus películas parecen filmadas 20 años más tarde en comparación al resto del cine coetáneo. Siguiendo por este camino, si Kubrick no filmaba A.I., ¿quién podría filmar imágenes tan portentosas? Hoy en día, tenemos a grandes creadores visuales como Nolan, Paul Thomas Anderson o Sam Mendes, pero estos directores todavía no habían empezado a filmar cuando a Kubrick se le ocurrió delegar la filmación de A.I.


Sin tener en cuenta la historia de amistad personal entre Kubrick y Spielberg ni ningún otro de los aspectos mencionados antes, ¿qué otros directores de la generación de Spielberg podrían haber filmado una película sugerida por Stanley?


Sin duda, lo primero que viene a la cabeza es hablar de los conocidos como los 5 barbudos: (incluir foto) Coppola, Lucas, De Palma, Scorsese y el propio Spielberg. Los cinco revolucionaron el lenguaje cinematográfico en los 70 y ninguno de ellos tiene nada que envidiar a otro en cuanto al poder de sus imágenes, los 5 son autores que visualmente se acercan al preciosismo de Kubrick. Los 5 directores han filmado películas que una alta calidad visual, manejan la cámara de manera precisa y tienen un montaje exquisito. Pero de la lista, sólo Spielberg parece tener la sensibilidad adecuada para una idea como la de A.I. Lucas dirigió primero y produjo después las tres primeras películas de Star Wars y quedó perdido en ello; De Palma, como Hitchcock, está más preocupado por la técnica que por el contenido, como Hitchcock, y A.I. precisaba un abordaje que no dejase de banda el segundo aspecto; Scorsese, interesado por la violencia y la redención, dos constantes en su cine, no parecía el más apropiado para una historia como la de David; y finalmente Coppola, grandilocuente y misterioso en parte de su cine, tampoco se ajustaba a ello. Nos queda Spielberg, por los otros motivos mencionados en párrafos anteriores. 


Las conexiones entre A.I. y Spielberg no se agotan aquí. Kubrick siempre ha pensado sus proyectos con la idea de convertirlos en películas maestras y ciertamente lo ha conseguido en más de la mitad de ocasiones. Existen pocos casos como éste en la historia del cine. En el caso del proyecto de A.I., Kubrick estaba preocupado por una cuestión tecnológica: ¿cómo había que filmar a David para que fuera creíble?, ¿cómo debía hacerse en el ambiente futurista? Pues precisamente tras ver una nueva película de Spielberg, Jurassic Park, Kubrick contactó con Industrial Light and Magic (la empresa de efectos especiales propiedad de Lucas y Spielberg de la que salieron los impresionantemente realistas dinosaurios de Jurassic Park) para estudiar la posibilidad de que David fuera una construcción digital. A todo esto, hacía ya 9 años de la primera comunicación sobre A.I. entre Kubrick y Spielberg. Finalmente la idea de un niño-robot quedó descartada porque la tecnología todavía no daba de sí. Finalmente, cuando en 2001 se embarcó en la idea de filmar A.I., Spielberg tuvo el acierto de optar por un actor humano, Haley Joel Osment, y este chico, con sus 11 años tuvo la todavía más brillante idea de no pestañear para el personaje, lo cual, unido a una capa de cera en la piel para hacerla brillante, dio finalmente la idea de un verdadero robot-humano.

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